Hace unas noches, hablando con una niña muy inteligente, platicábamos acerca del compromiso y surgió una conversación que me dio una fuente de inspiración para postear lo que hoy les traigo.
El compromiso según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se define como:
Si atendemos a estas definiciones, surge lo que dio inicio a la plática, que el compromiso es un sentimiento cautivo pues nos atrapa, nos ata consciente o inconscientemente a algo o alguien. Esto porque nos impide ser y expresarnos de la manera que deseamos al tenernos atados o condicionados de inicio aunque sea con una palabra, sin embargo difiero con esta concepción de que el compromiso es un sentimiento cautivo.
Y mi pensamiento transcurre en otra línea debido a que lo queramos así o no, cualquier compromiso que adquirimos es producto de una decisión, y al ser producto de una decisión, está revestido de libertad, lo cual le retira el cautiverio al sentimiento. La libertad de decidir es algo que viene con nosotros, algo que es inmanente al individuo, algo de lo que no se le puede privar. Por esta misma razón, porque la libertad de decidir es inmanente, el compromiso surge siempre desde dentro, aunque lo queramos ubicar fuera de nosotros, el compromiso nace desde dentro, aún y cuando nos parezca que no podemos decidir siempre, siempre tomamos una decisión, de aceptar el compromiso y todo lo que ello significa o no aceptarlo...
Lo que en ocasiones puede confundir acerca de los compromisos, es que la decisión o no es muy clara, o no tomamos en cuenta las implicaciones que tiene para nuestra vida esa decisión... Pero no por eso el compromiso nos "obliga" -hablar de obligación creo que es lo que hace que la gente le tema al compromiso-, lo que nos "obliga" es nuestra decisión, porque un compromiso una vez es adquirido "requiere" cumplimiento, lo cual es totalmente diferente a "obliga"...
Y como corolario, hay un tipo de compromiso que trasciende, que nos hace ser mejores personas de lo que ya somos, y es el compromiso que surge con el amor -a una pareja, a la familia, los hijos, amigos...- pues este compromiso nos lleva a preocuparnos por el bienestar y el desarrollo de esas personas a las que queremos, y en este proceso de desarrollo, también nosotros evolucionamos; por esta razón es que el compromiso que el amor exige es trascendente...