domingo, 27 de mayo de 2012

LOS PREJUICIOS

   
  El día de hoy, les traigo una reflexión acerca de algo intangible, pero no por ser intangible, deja de tener influencia en nosotros. Sin más, les presento a los PREJUICIOS.
Atendiendo a la etimología de la palabra, la traducción es "juzgado de antemano", por lo que podemos ver en este punto, que los prejuicios son formados a priori, es decir, antes de contar con la evidencias que lo sustenten y lo validen. La Psicología Social los define como una actitud compartida por una gran parte de los miembros de un grupo, en su interacción con otro grupo, y se suelen basar en ideas subjetivas o generalizaciones de observaciones aisladas, mucho más que en la experiencia y la información objetivas.

     Los prejuicios como constructo social tienen su base en la cultura, se nutren de las relaciones que establecemos y de las valoraciones que hacemos de la realidad, por lo que el prejuicio, implica una comparación por diferencias, es decir, consideramos y juzgamos la realidad en función de las diferencias que tenemos dentro de nuestra estructura mental del mundo. Y precisamente por está comparación y valoración en base a las diferencias, los prejuicios funcionan en nosotros como lentes coloreadas, que nos presentan la realidad de una manera distorsionada; es por ello, que tenemos en la historia numerosos ejemplos de como los prejuicios han desencadenado guerras, discriminación, odio, violencia, antipatía... El listado puede volverse enorme, pero a tal punto es el dominio que ejerce el prejuicio en nosotros, que su influjo es invisible, y cuando nos lo hacen ver, lo "justificamos" con el propósito de hacerlo perecer "normal" y no tener ni remordimientos o sentirnos mal por lo que expresamos.

     A lo largo de la historia, esos prejuicios se han ido transmitiendo de una generación a otra, pues forma parte de ese cúmulo de herencia implícita e invisible que constituye la cultura. Y a pesar que algunos prejuicios son para valorar negativamente y unos pocos positivamente, los prejuicios hacen que perdamos una de las capacidades más maravillosas de los seres humanos: la capacidad de experimentar. Entonces... ¿Los prejuicios son un límite?

     Absolutamente respondería yo, constituyen una limitante en nuestro diario vivir, impide que experimentemos cosas por demás diversas, evita que enriquezcamos nuestra vida con los matices que provee la diferencia, y más aún, si tomamos en cuenta que los prejuicios son "cárceles mentales" -si me permiten el término- pues nos encasillan a tal punto, que no vemos más allá de la estructura mental y las ideas que nos provee el prejuicio, es una de las maneras de "mantener el control del mundo" que nos imponemos a nosotros mismos, pues dentro de nuestra mente, creamos una reproducción del mundo exterior, pero como reproducción o copia, se halla distorsionada por lo que le añade o le quitan a la figura los prejuicios.

     Si bien a lo largo de la vida es probable que no escapemos a su influjo, lo que si es posible, es identificarlos e impedirles que gobiernen toda nuestra realidad, pues es parte de mi crecimiento personal el ir más allá de las ataduras mentales y sociales, es parte de mi responsabilidad el afrontar la realidad, y el afrontarla implica el retirarnos el lente coloreado para ver el mundo... Y vencer el miedo de descubrir por ahí que tenía una idea equivocada o distorsionada...